31 de agosto de 2008

Reportaje fotografico de Larache

He querido mostrar Larache,
por ser una ciudad preciosa, tranquila y
desconocida de Marruecos, por los turistas,
que solo se guían por los circuitos establecidos,
en ciudades mas famosas...



Puesta de sol en el Balcón del Atlántico.


Era nuestro sitio favorito en Larache.
Por las mañanas para pasear,
contemplando las panorámicas tranquilos



Y por la tarde la puesta de sol y
el ambiente bullicioso y colorista
que observabas sentado en la terraza de un Café


Balcón del Atlántico.

Los hay que se ponen en primera fila.
Algunos llevan radiocasettes y escuchan su musica árabe,
ellos y los que estamos cerca, que quedamos embriagados
por el ambiente que nos rodea.

El Balcón del Atlántico se llena de marroquíes al atardecer,
esperan la puesta de sol para después disfrutar del paseo.
El olor de los puestos callejeros de tostadores de manís,
de patatas asadas, de caracoles guisados ,
o del te verde con hierbabuena,
produce un olor característico,
que solo encontraremos en Marruecos.

29 de agosto de 2008

Instántanea.


Una instantánea natural en Marruecos.
Hace largos años, el marroqui montaba en burro,
y la mujer lo seguia a pie...

28 de agosto de 2008

Mirando puestas de sol.

Este atardecer como despedida de la playa,
!Es deslumbrante!

Cada puesta de sol es diferente
en cualquier parte del mundo.
Pero todas son bonitas.

En las playas siempre se siente la atracción de mirar al horizonte.
El mar siempre fascina.

Nacho

Una puesta de sol, hay que volver la cara para verla,
a nadie con sensibilidad deja indiferente...

Barcas hacia su desembarco entre las piedras
de la orilla del río en Larache.
Todo muy primitivo.

27 de agosto de 2008

La playa natural.

La maravilla de playa natural, sin edificaciones,
sombrillas o "chiringuitos",
ni coches que puedan arribar a ella.

Solo quien quiera pasear tranquilo,
darse un baño y
disfrutar de su gran belleza y puestas de sol.

Reportaje.

Acaban de embarcar, en una especie de muelle entre rocas,
al fondo la orilla opuesta,donde hay algunos chales, y playa preferida
de los marroquíes, parada de autobuses, aparcamientos, cafetines y terrazas con puestos de sardinas asadas.

Es interesante esta imagen,
que no solo nos muestra Larache al fondo,
sino la forma de arribar o embarcar atravesando
la desembocadura del río Lucus,a la playa que forma la ría.

Atardecer en la playa.

Al ir acompañada de mi hijo puedo,
tener estas fotografías para el recuerdo.

Me parece una imagen preciosa para culminar una tarde de playa.

24 de agosto de 2008

La playa de mis recuerdos...

Da gusto estar a estas horas en la playa
y contemplar la puesta de sol.


!Es una playa para no olvidarla en la vida !
Parece increíble que esté exactamente igual
a cuando la dejé hace muchísimos años
y corría por la orilla con mis hermanas.


22 de agosto de 2008

Recuerdos de Larache...

El Jardín de las Hespérides.
Lugar de juegos infantiles que aun conserva
los mismos bancos, donde merendaba
a la salida del colegio.


La Iglesia de Ntra Sra del Pilar.
Los días festivos cristianos, se imparten misas
a los pocos españoles que aun residen en Larache.

Mi colegio de monjas Ntra Sra de los Angeles,
subsiste enseñando a marroquíes español,
Imformatica, Corte y Confeccion, etc.
También tienen una guardería.

Era una casa preciosa la de mi infancia, al fondo, hoy es una ruina, mis balcones debajo pintados de verde, sobre el toldo de una Pizzería.

18 de agosto de 2008

LARACHE.

En Julio y Agosto encontramos todas las ciudades de Marruecos engalanadas de banderas rojas, estandartes y efigies del rey Mohamed VI por doquier, celebrando su subida al trono.

La siguen llamando la Plaza de España,
aunque desde la Independencia de Marruecos,
se llama Plaza de la Liberación.

El castillo de San Antonio visto desde El balcón del Atlántico.

14 de agosto de 2008

Larache y Lixus. (Marruecos)


Larache es una ciudad pequeña y tranquila donde da gusto vivir. Conocida sobre todo por estar a solo cinco km de Lixus, ciudad romana fundada por los fenicios siete siglos antes de nuestra Era, donde según la leyenda el gigante Hércules llevo a cabo el decimoprimero de sus trabajos; la cosecha de las manzanas de oro en el Jardín de las Hespérides. De hecho pidio a Atlas que le recogiera la fruta y a cambio, cargó la bóveda celeste sobre sus espaldas. Son unas ruinas muy interesantes de conocer, a pesar de las cuestas que hay que subir y bajar para ver todos los restos esparcidos por toda la colina. Desde allí, se divisa una preciosa panorámica del río Lucus deslizándose hacia su desembocadura con sus meandros, las salinas y Larache.
Tengo que reconocer que tengo una predilección muy especial por esta ciudad. Cada rincón de ella me trae recuerdos, desde los acantilados que se contemplan desde el "El Balcón del Atlántico", un paseo que mira al océano, hasta su inmensa y preciosa playa natural.
Desde los balcones de mi casa podía ver parte del Balcón del Atlántico y de la Plaza de España, que era el centro neurálgico de la ciudad . Sus calles, sus zocos, su colorido, los olores, los sabores, sus gentes hospitalarias, sus atuendos y el misterio de sus mujeres tan tapadas en aquellos años... y sobre todo la voz del almuédano en el silencio de la noche llamando a la oración... !Todo lo he conservado en mi memoria como un tesoro!
Cuando volví transcurridas algunas décadas, mi corazón me oprimía, la emoción me ahogaba y las lágrimas corrían por mis mejillas... Todo estaba casi igual, El Jardín de las Hespérides, donde merendábamos después de salir del colegio mis hermanas y yo, la Iglesia, donde mi hermana y yo hicimos la Primera Comunión. La Plaza de España, el Balcón del Atlántico y mi casa... que había envejecido, igual que yo.
Nadie de los que pasaban indiferentes a mi lado, podrían adivinar, cuanto amor rebosaba en mi, hacia esta ciudad que acababa de recuperar de mis sueños en esos momentos y que tan feliz me hacia, porque estaba de nuevo en mi casa... En Larache.

13 de agosto de 2008

Visita al Cementerio Español de Larache


Jean Genet


Conocía vagamente la existencia de Jean Genet a través de artículos sobre su vida en distintas ciudades de Marruecos.Y como al conocer Larache quedo cautivado por esta ciudad tranquila, y quiso quedarse a vivir en ella.Genet amaba esta ciudad precisamente por su aspecto de abandono, su aire nostálgico de su época española; una ciudad fuera de los circuitos turísticos de Marruecos, sin interés actual para los turistas ni para las autoridades de Rabat. Una ciudad preciosa situada en un mundo aparte, anclada en su pasado y donde todo ha quedado igual, más deteriorado, pero donde todo existe aún... En esta ciudad decidió Genet descansar eternamente...Quise aprovechar mi visita a Larache, ciudad entrañable y querida por mi, en la cual había pasado mi infancia en la época del Protectorado, para acercarme al Cementerio Español donde está enterrado, visitar su tumba y la del resto de españoles que, en este sitio privilegiado, sobre un acantilado que como la proa de un barco, se adentra en el océano Atlántico.
Genet ha sido el ultimo cristiano enterrado en ese cementerio, él, que no creía en Dios ni en nada. En sus últimos años sentía interés por el futuro del pueblo palestino a raíz de los acontecimientos... Reservaba sus ásperas criticas para Occidente en general y su país natal, Francia, en particular, acusándola de maltratar a los pobres, los desfavorecidos y marginales. Como él, que había sido humillado por carecer de familia y haber sido acogido de niño por la beneficencia.Fue un gran novelista, dramaturgo y poeta, que odiaba hablar de literatura y mantenía su obra en una especie de olvido voluntario. Poco le importaba si lo leían o lo querían. Su estilo literario era demoledor y de provocación moral. Había publicado tres obras teatrales, varios libros de poemas, infinidad de artículos y cinco novelas, que fueron prohibidas en algunos países. Años mas tarde fue publicada su obra póstuma; "Un cautivo enamorado". Pocos han dicho aún, que es uno de los libros más hondos, revulsivos y apasionantes escrito en francés en las últimas décadas.
Yace en una modesta tumba muy blanca, de piedras encaladas y cubierta de hierba. Es la única que no esta coronada por una cruz de hierro. La estela de mármol muestra el nombre de Jean Genet grabado como su firma acompañada de unas fechas: 1910 - 13/14 de Abril de 1986. La cabeza de Genet mira al este, en dirección a La Meca. Al frente la inmensidad del océano Atlántico y a su derecha el acantilado, el cementerio musulmán y la Mezquita. Al fondo, la maravillosa vista de Larache, con el castillo de San Antonio, la desembocadura del río Lucus y la playa natural más bella que imaginarse puedan, hasta perderse en la bruma del horizonte.
!Que sitio más maravilloso para poder descansar toda una eternidad!